Este es parte del reportaje de bodas de esta pareja tan especial, tan exclusiva y tan entrañable,
Juan Carlos y Marisa son de esos novios que hacen sentir que hay una verdad
profunda en sus sentimientos, que comunican autenticidad en sus actos y en
su decisión de casarse y gritar a los cuatro vientos que se unen,
que quieren ser un todo indivisible y que se entregan en cuerpo y alma.
Es por ello que ha sido tan fácil captar mil y un momentos, mil y un detalles que
describan emociones y sentimientos, fotografías de boda que nos hablan de amor,
de entrega, de ilusión y de felicidad.
Son una pareja que trabaja en el centro de Madrid, junto a La Gran Vía, por eso necesitaban
ver ese lugar cotidiano como algo diferente, mirarlo con apego, con romanticismo,
con recuerdos y nostalgia, no de su quehacer cotidiano, sino como el lugar que sella su amor,
que ha sido testigo de este compromiso de vida, que es testigo eterno de su unión.
Se casaron en la Iglesia El Salvador en Leganés porque son una pareja
que conserva sus convicciones religiosas y esta iglesia es la más representativa
de esta población que ha sido y es su hogar, que le ha visto crecer y convertirse en esas
personas que desprenden humanidad, humildad y buen corazón.
Luego lo celebraron en la finca La Alquería, en Alcorcón, una finca exquisita de principio
a fin. El entorno y zonas ajardinadas, que dan lugar al coctail, son de lo mejor que
hemos podido disfrutar, son elegantes, íntimas y delicadamente decoradas. La edificación,
que sirve de recepción a los novios, es espectacular y permite realizar unas fotografías,
que sabiendo aprovechar los rincones y sus posibilidades, exclusivas y espectaculares.
En este caso también utilizamos el Rolls Royce del que pudimos disponer para hacer unas
imágenes muy especiales.
El banquete fué un continuo ir y venir de situaciones emotivas que provocaron lágrimas de
emoción, fruto del carácter de lo intenso y verdadero de esta boda que es el reflejo
de dos personas increíbles, Marisa & Juan Carlos.
El reportaje de postboda en Madrid, y que os enseñaremos en un próximo post,
nos ha servido para sellar con fotografías divertidas,
emocionales, románicas y originales este reportaje que describe muy bien nuestra
manera de entender un reportaje de boda que ha de ser siempre exclusivo y original,
un trabajo único para la exclusividad de cada pareja.
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